miércoles, 28 de marzo de 2012

capitulo 17



Feli obligada por Héctor se convierte en actriz porno. Héctor la humilla cada vez más y ella se deja hacer. Por chantaje y por amor porque tiene la esperanza que Héctor la ame.

A Paula se le nota ya el embarazo y cada vez está más amargada porque su marido no la toca. Paula está tumbada en la cama, Héctor va de salida.
--¿dónde vas?
--¡qué te importa¡
--¿estás tomado?
--dejame en paz…
--Esta noche salimos a cenar, nos tienes que llevar. Mis padres te esperan.
Héctor la mira con odio.
--¡Pues que esperen¡
Paula se levanta. Se enfrenta a su marido.
--Tienes este piso a nombre de los dos, un auto… todo es por mis padres, si no quieres perderlo vamos…
Paula cree que la va a golpear del odio con el que la mira.
--¡vamos¡
Ella sonríe satisfecha. Lo desea y le frustre que no la quiera ni como amante. Espera que ahora que está borracho, que beba más en la cena y en la casa pueda poseerlo. Le mira el culo con deseo. Está sedienta.

Feli vive en su casa en la montaña con sus tres hijos. Sus gemelitos crecen muy sanos y Soledad ya está dando sus primeros pasos y dice mamá. El sonido del teléfono inunda la casa. Se le hiela la sangre al recibir la peor noticia que ha recibido en su vida.




Mientras Héctor, en muletas, es ingresado en prision, Feli entierra a su familia. La joven va de negro. No puede creer lo que ha pasado. Héctor cuatriplicaba la tasa de alcohol permitida y era el que manejaba el auto que ha acabado con la vida de los padres de Feli, Paula y el bebé que esperaba. Feli se ha quedado sola con sus hijos y Héctor es el responsable de su tragedia. Héctor ha salido casi ileso pero le espera una condena por delante. Eso es algo que le hace mucho daño a Feli. Él ya no puede amenazarla, dominar sobre su vida pero a Feli le duele mucho pensar que el joven tardará mucho en salir de la cárcel, que no sabe cómo volverá a verlo. Eso es algo que le duele tanto como la muerte de toda su familia.





Días después.. a Héctor le sorprende saber que su esposa lo espera para la visita conyugal. Es Feli la que está frente a la cama.
--¿qué burla es esta? ¿viniste a burlarte de mi porque maté a tu familia?
Ella lo ve herido. Sabe que lo que le ha pasado le ha hecho cambiar. Ya no la trata con dureza, lo ve desvalido. Le pone la mano en la mejilla:
--vine a decirte que te amo.
Héctor llora. Sabe que le ha hecho mucho daño a esa chica y no sabe cómo pedirle perdón. Ella lo único que necesita es estar con él. Feli se ofrece a Héctor con lo que más le gusta. Se desnuda ante él. Le recueda que es suya,.
--humillame todo lo que quieras pero no lograras que deje de amarte y venga a verte.
Héctor no se puede resistir. Necesita descargarse. Hacen el amor. Quedan los dos desnudos en la cama. Pese a todo están contentos. Por primera vez hablan tranquilos en la cama.
--no quiero que los niños venga.
--pero a mi no me lo impedirás. te espero para las visitas maritales ---dice besándole el pecho desnudo.
Él esta aturdido aunque emocionado por la intensidad del amor de ella. Le acaricia el cabello mientras la cabeza de ella reposa en su pecho:
--¿qué quieres de mi? Yo no tengo nada qué ofrecerte. Mi futuro no está a tu lado.
--Hemos heredado mucho dinero de mi padre. Pagaré un buen abogado. Saldrás de aquí.
Héctor se sienta en la cama. Se pone los bóxers. Feli le acaricia la espalda. Lo ama, lo ama mucho.
--¿hemos?
--claro, la mitad de todo es tuyo. Eres el viudo de mi hermana.
Héctor se pone los pantalones.
--Yo no quiero nada, he matado a tu hermana, a tus padres. No tengo derecho a nada.
Feli se levanta desnuda de la cama.
--pero yo quiero que lo tengas. Además el departamento, la mitad es tuyo.
--Yo no quiero nada, ponlo a nombre de los niños.
A ella le gustaría pedirle que le dé su apellido pero no lo quiere presionar y Héctor no cree que sea digno de pedir algo así. No cree que en esos momentos sus hijos necesiten su apellido. Héctor se muestra muy cariñoso con la chica:
--sé que te he hecho daño y me faltará vida para pedirte perdón pero ahora lo mejor es que vivas tu vida, que te alejes de mi. Haz tu vida con los niños, guarda todo el dinero para ellos, lo vas a necesitar. Estás sola y yo no te voy a poder ayudar. No creo que tenga derecho a ninguna herencia y si lo tengo quiero que sea de mis hijos, a cuenta de la pensión que no te voy a poder pasar.
Feli lo abraza.
--Yo te voy a ayudar siempre. Quieras o no voy a estar a tu lado.
Héctor no puede rechazar la ayuda de Feli. Ella lo ama demasiado, Feli tampoco aceptaría un no.

Dos años después,

Se abre la puerta de la cárcel para Héctor que respira su libertad. Héctor salta feliz. Ahí está esperándolo. Ella corre hacia él, lo besa. A Héctor le ha cambiado la mirada. Ya no es dura. Es un hombre nuevo. Sabe que se ha portado mal y está arrepentido y quiere ser bueno… Feli ha estado allá pero después que salió él la rechaza.
--mi amor, ¿qué te pasa?
--No quiero volver a ser malo.
--pues no me dejes, te amo.
--pero yo no. Ni siquiera me gustas. Te agradezco que me hayas ayudado, que vinieras a verme, que me pagaras un abogado pero no quiero tener nada contigo. No te quiero humillar, no te quiero lastimar pero no me quiero volver a equivocar.
Feli llora. Héctor es cariñoso con ella.
--Sé que no tenía que haberte dejado que te entregaras a mí durante todo este tiempo, que he sido egoísta pero…
Feli le pone la mano en la boca para que no hable. Le duele que Héctor no quiera ser su pareja pero lo que más quiero es que sea feliz.

Feli vive con sus hijos en la misma casa que compartió con Héctor. Al chico le trae malos recuerdos ese lugar.
--¿porqué no te mudaste a la casa de tus padres? No sé como puedes vivir en este lugar.
--Esa casa está alquilada, me va muy bien el dinero que me da. Además, aquí viví los momentos más hermosos de mi vida.
Y Feli mira a Héctor tan enamorada que él se da cuenta que el daño que le ha hecho es mayor de lo que pensaba porque pese a todo lo sigue amando con toda su alma, es un sentimiento que parece que no se vaya a borrar nunca. La vieja Amparo se ha quedado al cuidado de los gemelitos. Están jugando y no le hacen caso a su padre. Héctor se emociona, son sus hijos. Los mira con ojos llorosos y se jura por esos niños que hará lo imposible por ser mejor cada día. Feli está feliz al tener a su hombre al lado. Le acaricia la mano y sonríe enamorada.

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