jueves, 22 de marzo de 2012

Capítulo 12





Feli está en la sala dando el pecho a su Hectorcito . Le sorprende la llegada de Héctor que entra con su llave como si nada y la mira con deseo.
--¿¿como estas?
Y le habla dulce. Feli no se quiere poner nerviosa porque no quiere alterar a su hijo. Sigue con lo que hacia pese a que le quema la mirada de depravado de él.
--vete por favor.No quiero que me veas así.
Héctor sonríe con una picara sonrisa que a ella le mata:
--soy el padre de ese bebe. tengo derecho a estar aquí. Después de todo lo que hemos vivido no me voy a morir por verte una teta.
--Te vas a casar con mi hermana. Ya no puedes entrar en esta casa como si nada.
Feli se hace la dura pero Héctor sabe que la tiene dominada y eso le gusta.
--Necesito que me hagas un favor. Mi amigo Alberto lleva meses sin chingar y no puede pagar una puta. Hoy te divertirás con los dos.
--¡tú que te has creído que soy¡ ¿¡cómo te atreves a proponerme esto?
Héctor se burla de ella:
--Si me amas, si te importo yo lo harás. Y no grites, no seas mala madre.
Y la mirada. Es una mirada dura que la penetra, que le golpea el alma. Es dura pero ella se derrite. Se muere por él. Feli se calma por su hijo, mira a Héctor enamorada, triste pero sumisa.
--Venimos en dos horas.
Feli llora, le gustaría poder decirle que no. Héctor la mira con burla y se va siempre con su cigarro en la mano.

Héctor y su amigo pelirrojo llegan en un rato. Él está muy nervioso.
--¿seguro que no me va a cobrar?
Entran en la casa con la llave de Héctor. Los dos abrazados por los hombros.
--Es puta, una viciosa. Lo hace por vicio.
Los dos se miran con cara de depravados.
--Gracias por el favor…
--Pero no le digas a tu hermano.
Eso es algo que sorprende al pelirrojo.
--Pero estás enojado con él, Es que desde que se casó no os habláis, no has querido conocer a su hijo? ¿es por qué te tiraste a su esposa?
Hector fuera una sonrisa.
--Más o menos.
--María era una guarra, lo del vídeo fue una broma que quedó olvidada… Seguro que ella ya no se acuerda de su primera vez. De ti.
--si quieres chingar con mi puta no le hables a tu hermano de mi. Que no sepa que nos vemos.
--Si bueno pero es que...
--Pero nada --Héctor serio.
Es un tema que Héctor no quiere tocar. Prefiere hacerse a la idea que María y su embarazo nunca existieron. En la sala está ya Feli nerviosa. Muy guapa pero triste. Alberto se derrite y se olvida de todo. Héctor trata a Feli como a una mercancía y ella se deja hacer por amor. Confía en que Héctor no la deje si hace todo lo que él se dice. Feli, por petición de Héctor hace un strip-tease ante los dos amigos mientras estos se masturban.
--¡cómesela¡ --le ordena Héctor.
Feli se muestra sumisa. Héctor disfruta viendo como Feli cumple sus órdenes. Suben al dormitorio. Los tres desnudos en la cama. Alberto saca un preservativo pero Héctor le dice:
--yo no me pongo. Le gusta que la preñen.
--paso, es demasiado puta.
Los dos amigos chocan sus manos. Alberto la penetra por delante y Héctor por detrás. A Héctor le duele que Feli goce. Eso es algo que no le perdona. Nada más quedarse satisfecho, Alberto agarra su ropa y sale desnudo del dormitorio.
--espera, que voy contigo –le dice Héctor saliendo de la cama desnudo.
Feli le suplica. A Héctor le encanta que se deje dominar y que le suplica.
--No te vayas, me acosté con él por ti…
Héctor la mira con mucho odio.
--te acostaste con él por puta.
Feli se queda en la cama muy triste:
--Dime que no te vas a casar con mi hermana…
Héctor se pone los calzoncillos. Agarra los jeans. Se muestra burlón:
--Claro que me caso pero tranquila, te seguiré consiguiendo clientes porque tú necesitas chingar y yo le quiero ser fiel a tu hermana y es una tontería que lo que vas a hacer gratis pues no cobres. No te quejes, me preocupo por ti.
Feli llora, sale desnuda de la cama y trata de golpear a su amado.
--¡Eres un monstruo¡
Héctor la agarra de los brazos, se ríe.
--¡y tú una mala agradecida y una envidiosa a la que han abandonado dos veces embarazada y quieres que tu hermana pase por lo mismo. No seas egoísta, piensa en tu familia. Tu hermana preñada y tú solo pensando en chingar con su novio. Es que eres una puta de lo peor.
Ella se siente culpable. Héctor saca algo de su abrigo. Se lo entrega a Feli.
--¿y esto?
--Es la ecografía de mi hija, tú le quieres quitar el padre.
Feli siente algo extraña al ver esa ecografia: ¡¡es la hija de su amado.¡ No puede evitar sentir algo muy especial por ese bebe. La sangre de Héctor y de ella están unidos para siempre en sus hijos y además en su sobrina sera la hermana de sus hijos. Héctor se va sin camisa y con los pantalones desabrochados. Su cigarro en la mano. Feli se queda muy triste.





Y llego el momento que Feli pensó que no llegaría. Es la víspera de la boda de Paula y Héctor. Será una boda por la iglesia pero sencilla. Feli nunca soñó con casarse con Héctor. Ya lo sentía su marido. Ser la madre de sus hijos para ella era el mas fuerte de los lazos, mucho más que cualquiera de las bodas. Héctor entra en la noche en la casa. Se acuesta con Feli y ella no lo puede rechazar. Se abraza muy fuerte a él.
--Te amo tanto. No me dejes nunca.
Héctor la mira orgulloso. Se levanta desnudo. Feli lo mira con deseo y con amor.
--Te he hecho este regalo porque es mi despedida de soltero pero es nuestra última vez. Mañana te quiero ver en la boda --irónico.
--No me pidas esto. No quiero verte mientras te casas con mi hermana --llorosa.
Héctor se va vistiendo.
--Yo quiero que mis hijos estén en la boda de su padre. No me hagas pensar que soy uno más de tus miles amantes.
Feli se levanta.
--Sabes que te amo, que eres mi vida.
Él le guiña el ojo, la mira con cara de depravado.
--Pues demuéstramelo.
Feli quiero tocarlo pero él no se deja.
--Dejame, ya te he dado lo que querías. Dejame ahora.
--No es sólo sexo lo que quiero –dice ella triste.
Él la mira burlón mientras se abrocha los pantalones.
--si, no me digas –dice burlón.
Y Feli está dispuesta a todo por ese hombre.
--Iremos a la boda aunque me muera de dolor por dentro.
Héctor la mira con orgullo:
--ya lo sé.
Héctor se va hacia la puerta.
--Dame un beso –le suplica ella.
--No me gustan las rogonas –dice él frío.
Héctor se va riendo con su cigarro en la mano. Feli se queda deshecha.

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